No tiene trabajo, encontró $250 mil y los devolvió al dueño
“Sé lo que cuesta ganarse la plata. Así que cuando vi los billetes le fui a avisar. Ni lo dudé”, afirmó el obrero.
Un albañil que estaba haciendo una changa al reconstruir un negocio incendiado para ganarse la vida encontró $250 mil en efectivo y, sin dudarlo, corrió a llamar el dueño para darle la grata noticia y le entregó los billetes.
El epicentro fue en un negocio completamente destruido por el fuego en la madrugada del 4 de enero pasado, en Las 5 Esquinas en Colonia Alvear Oeste, distrito ubicado en General Alvear, en Mendoza, informó Los Andes.
Esa noche las llamas se llevaron todo lo que Oscar Calvo (57) construyó en su vida. Pero Saúl Giménez (31), que estaba haciendo una changa, encontró el dinero en efectivo.
El obrero vive entre medio de las fincas en el paraje Los Compartos (entre calles 7 y G), es casado y tiene cuatro hijos, de seis meses, 4, 11 y 13 años. Siempre se movió dentro del rubro de la construcción o, si no, haciendo changas.
A fines de 2019 la obra en la que estaba trabajando terminó y se quedó sin esos $500 o $600 diarios que ganaba. Días atrás, el padre de Saúl le ofreció hacer una changa, sacar escombros, levantar techos y limpiar el lugar para que puedan volver a construir.
El ofrecimiento implicaba muchas horas de ardua y ajetreada labor a cambio de cobrarse con materiales viejos, como las chapas que retiraran del techo.
“No lo conocía (a Saúl), nunca lo había visto en mi vida, hasta ahora. Sí conozco al padre, de hace tiempo, y él fue quien vino y se ofreció a limpiar el lugar a cambio de llevarse chapas y esas cosas. Ése fue todo el arreglo. Es más, el padre de Saúl me ofreció venir con varios hijos más, porque tiene 16”, contó Calvo.
“Vine a trabajar por mi papá, no lo conocía, y cuando encontré ese dinero lo único que pensé fue en devolverlo. Soy una persona que trabaja y se las rebusca, que sabe lo que cuesta ganarse el sustento", indicó.
La buena acción del albañil revitalizó a Calvo, que ahora está en plena etapa de volver a levantar el negocio (tenía quiosco, bicicletería y ferretería) y, a su vez, generó que el albañil tuviera otra vez un trabajo más estable.
“Es increíble todo. Vine acá por una changa y ahora tengo trabajo. Y debo decir que me paga bien. Todos tienen su recompensa”, agregó.
“Hay gente de gran corazón. Uno realmente se lleva muchas sorpresas después de algo así. Pensar que no me quedó ni ropa, andaba con lo que me prestó un vecino. Pero vamos a salir otra vez a flote. He recibido la ayuda de familiares, de la gente (de Alvear Oeste) y hasta de los proveedores. Estoy endeudado en unos cuatro millones de pesos, pero vamos a salir. Y lo de Saúl, bueno, es algo increíble. Simplemente puedo decir que es una gran persona”, sostuvo el comerciante.